SALUD. ¿Quieres saber cómo tienes que limpiar a tu perro o gato? HIGIENE-
- piedadramos3
- 23 mar 2022
- 17 Min. de lectura

1.-HIGIENE CANINA Es de vital importancia vigilar la higiene de nuestros perros, pues la falta de la misma puede llegar a producir problemas en la piel, ojos, oídos, dientes, incluso en los órganos internos. Sin olvidar que mantener a nuestro perro limpio y cepillarlo con regularidad ayuda a que luzca con buen aspecto y a controlar los posibles parásitos externos que pueden acomodarse en el manto o en la piel. Por otro lado, dar estos cuidados a nuestro perro ayuda a eliminar su estrés y a reforzar los vínculos que tenemos con ellos. Dentro del apartado de higiene canina se incluyen:
- Cepillado
- Revisión y limpieza de oídos
- Revisión y limpieza de ojos
- Higiene bucal
- Limpieza de sacos anales
- Cuidados de uñas y almohadillas
- El baño
- Materiales para el aseo canino
2.-CEPILLADO
El cepillado del perro Cuanto antes se comience a cepillar al perro, antes aceptará el animal la higiene de su pelo como parte de sus hábitos cotidianos, no hay que olvidar que los perros son animales de costumbres. es el primer paso para una higiene adecuada. Los paseos por el parque, juegos, incluso los restos de contaminantes presentes en aire de la ciudad, ensucian el pelaje (manto) de nuestro perro, por lo que cepillar el pelo diariamente es la manera más sencilla de eliminar la suciedad, además de que con el cepillado se fortalece el pelaje, lo mantiene libre de nudos, la piel estará más sana, sirve para detectar posibles anormalidades como bultos, erupciones, parásitos (garrapatas) o heridas. La rutina habitual del cepillado puede convertirse asimismo en una forma de estrechar la relación de forma positiva: acompañar el cuidado del pelaje con caricias y palabras amables ayuda a que se sienta más cómodo. La frecuencia del peinado puede variar algo en función del tipo de pelaje: rizado, liso, largo o corto. De modo que un animal con tendencia a presentar nudos y marañas en su cabello puede precisar, incluso, más de un cepillado al día. Además, los perros de pelo corto suelen necesitar menos cepillado y aseo en comparación con los de pelo medio o largo, ya que no son tan propicios a los enredos y a la suciedad. Los materiales a utilizar dependen del tipo de pelo que tenga nuestro perro existiendo en el mercado una gran variedad de peines, cardas, cepillos, etc. Los peines sirven para eliminar nudos y enredos. Son ideales para zonas pequeñas como la cabeza debido a su alta precisión. Los cepillos pueden ser para pelo largo o para pelo corto, son mejores para perros que tienen alta sensibilidad en la piel ya que sus cerdas son suaves y eliminan bien el polvo y la suciedad. Hay perros de pelo corto que pueden no necesitar un cepillado tan tradicional, y para ellos, por ejemplo el bulldog francés, se puede utilizar un guante suave o una manopla de vez en cuando. Hay muchos tipos y eliminan el polvo y el pelo muerto, dejando un pelo brillante en perros de pelo muy corto. También están las cardas, recomendadas para un uso más frecuente, desenredan y alisan el pelo, ya que están compuestas por dientes espaciados en forma de púas. También retiran gran cantidad de pelo. Especialmente recomendadas para perros con pelo largo, muy largo o pelo rizado. Los rastrillos están diseñados para deshacer los nudos del pelaje y facilitan la retirada de pelo muerto. Aunque los realmente efectivos a la hora de retirar el pelo muerto de una forma rápida y eficaz, son los deslanadores, que permiten el crecimiento de pelo nuevo. Se deben usar con precaución de no apretar mucho durante el cepillado, si no hacerlo de forma superficial y siempre en el sentido del pelo. Este es un esquema resumido ya que la variedad es grande, también hay peines cortanudos, cepillos específicos para perros de agua y perros con manto similar, cepillos antipulgas, etc. Para realizar un buen cepillado hay que diferenciar entre perros de pelo corto y perros de pelo largo. En el caso de perros de pelo largo se comienza siempre pasando el cepillo o peine adecuado a favor del pelo para desenredarlo, si se localizan nudos es el momento de retirarlos con un peine específico. Es conveniente, una vez retirados nudos y enredos, realizar un cepillado a contrapelo para activar su circulación sanguínea y además nos permitirá revisar si tiene algún parásito. En los perros de pelo corto es necesario tener cuidado con los utensilios a utilizar y la presión realizada, ya que no tiene “amortiguador” y podríamos dañarles la piel. También se iniciará con un cepillado en dirección del pelo para eliminar la suciedad y se finalizará con un cepillado a contrapelo para la circulación y revisión de posibles parásitos. En los dos casos es conveniente finalizar con un último cepillado en dirección del pelo. En época de muda se deberá incrementar el número de cepillados para ayudarles en el proceso. Y no olvides empezar la rutina del cepillado desde que es cachorro para acostumbrarlo y hacer de esa experiencia algo agradable y que refuerce vuestro vínculo.
LIMPIEZA DE OIDOS
La base de la salud de los oídos de los perros está en la prevención y la
limpieza de los mismos, de manera que hay que proceder a una revisión de los
mismos, al menos una vez a la semana, especialmente en aquellos que tienen
orejas grandes, ya que al no entrar aire en los conductos auditivos, la suciedad
queda incrustada.
La morfología que presentan las orejas de los perros es muy variada, ya que
dependiendo de la raza, las orejas pueden ser caídas o pendulares, largas,
cortas y en punta. Además, el oído del perro tiene una forma en L, por lo que
es habitual que quede algo de cera al inicio del canal auditivo. Para que la
limpieza esté bien hecha no puede quedar cera al fondo de pabellón auditivo.
Otro problema añadido es cuando el perro tiene mucho pelo y éste invade parte
del interior de la oreja, dándose condiciones de humedad que pueden
desembocar en una otitis, en ese caso puedes recortar estos pelitos ya que no
tiene sensibilidad en los mismos.
Los utensilios para una adecuada limpieza de oídos comienza por desechar los bastoncillos, están totalmente prohibidos ya que cualquier movimiento de la cabeza del perro mientras estamos manipulando el bastoncillo dentro del oído puede desembocar en lesiones dolorosas para el mismo. Como utensilios nos bastará disponer de gasas y, si el veterinario nos lo recomienda, productos específicos para limpieza de oídos. Introduce la cánula del limpiador en el oído del perro y aprieta para que salga el líquido, a continuación masajea la base de la oreja con suavidad para ayudar a que se diluya el cerumen. A continuación, enrolla una gasa en tu dedo índice y comienza a arrastrar la suciedad suavemente de dentro hacia afuera. Cuando el interior del oído aparezca limpio, finaliza limpiando el pabellón auditivo. Con la otra oreja se procederá de la misma manera, pero obviamente, utilizando una gasa limpia.
REVISION Y LIMPIEZA DE OJOS Es necesario limpiar los ojos de nuestros perros con asiduidad, pero hay razas de perros como el pug, el pequinés, el bóxer o el bulldog por ejemplo, que suelen tener la cara arrugada, con párpados caídos u ojos salientes en los que este tipo de cuidado es imprescindible. En estos perros, la suciedad y el polvo suele quedarse incrustado en sus arrugas y bolsas de los ojos y debemos controlar mucho más su higiene. Lo primero que hay que hacer es una revisión como está el globo ocular, los lacrimales, así como el interior de los parpados. Los ojos tienen que estar brillantes y si legañas, ya que estas se forman debido a la suciedad acumulada. Si se observa una lacrimación excesiva, o de un color verdoso puede ser indicativo de una infección ocular, así como que el globo ocular presente un color rojizo. En ambos casos hay que llevar al perro con rapidez a un veterinario, que lo examinará, nos indicará cual es el problema y cómo debe abordarse para su adecuada curación. Un animal con una infección en su órgano visual suele necesitar gotas con antibiótico, que ha de recetar su médico. En cualquier caso, un collar isabelino ayudará a evitar que el perro molesto se frote o rasque los ojos. El suero fisiológico siempre que lo recomiende el veterinario es suficiente para la higiene ocular del perro, siempre que sus ojos estén sanos. Se adquiere en monodosis, útil cuando se tiene un único animal o se pretende desechar el recipiente tras su uso. Sin embargo, este tipo de soluciones acuosas caninas Dolores también pueden encontrarse en botellas de litro, que a largo plazo resultan más económicas. En caso de utilizar un envase grande, hay que contar con una jeringuilla con aguja, que se pincha en el envase. La punta permite el cierre higiénico del recipiente, gracias a la presión que ejerce la válvula. Este instrumento es útil para conservar la disolución libre de contaminantes, cuando se tiene la precaución necesaria. También existen productos específicos que son idóneos para la limpieza ocular, pero en cualquier caso tiene que ser el veterinario el que indique qué es lo que se debe usar con cada perro. Se comienza la limpieza por la parte externa, empapando una gasa con el suero fisiológico y pasándola por alrededor del globo ocular, las pestañas y los párpados. Se cierra el ojo del perro y se ejerce una leve presión para retirar los restos de suciedad. En el caso de que el perro tenga parte de los ojos tapados por el pelo, será necesario recogerlo con una goma u horquillas para poder proceder a la limpieza. Esta primera fase ha de hacerse con mucha suavidad para tranquilizar al perro y que confíe en nosotros para poder desarrollar la segunda parte de la limpieza. Esta segunda parte comienza, abriendo con cuidado el párpado de uno de sus ojos. Para ello, con una mano se sostiene la cabeza y con la otra, con el dedo pulgar e índice, se abre uno de los párpados. Entonces, se dejan caer una o dos gotas del suero fisiológico recomendado por el veterinario en el interior del ojo. El recorrido natural del líquido suele hacer que se derrame por la región del lacrimal. Con otra gasa limpia, se retiran los restos de líquido y se limpia el ojo, incluidos los posibles restos de legañas, con extremo cuidado. El sentido de los dedos debe ser el siguiente: desde la zona más cercana al hocico hasta la zona más ancha del globo ocular. En caso de legañas excesivas, es posible que algunas queden retenidas en los bordes prominentes del ojo. Hay que retirarlas con cuidado, siempre con ayuda de gasas limpias (nunca algodón, ya que desprende fibras). Si es necesario, es importante aplicar más gotas de suero para que los restos floten y se retiren con mayor facilidad. La misma operación debe repetirse con el otro ojo. Antes de terminar, conviene verter otro par de gotas de suero fisiológico en cada ojo para asegurarnos de que están limpios en su totalidad. De nuevo, los restos de disolución se retiran con la tela libre de suciedad. De esta forma, el órgano de visión del perro no solo estará aseado, sino además, bien hidratado. HIGIENE BUCAL La boca del perro ha de controlarse con frecuencia para evitar que se produzca sarro o infecciones en sus encías. Los perros que se alimentan de comida blanda son más propensos a padecer problemas de sarro y caries, que dan lugar al mal aliento y que podrían degenerar en patologías más complejas, llegando en casos extremos a la pérdida de piezas dentales. Una buena forma de contribuir a la limpieza de los dientes, además de un cepillado dental con un cepillo y un dentífrico adecuado para perros, es dar al perro cortezas de pan duro o trozos de manzana. Los cachorros cambian su dentadura entre los 5 y los 9 meses de vida pero, este proceso pasa desapercibido, ya que en muchas ocasiones el cachorro se traga la pieza a sustituir, una de las señales puede ser que muerdan con más frecuencia cualquier objeto que encuentran, por eso es recomendable que tengan a disposición juguetes específicamente diseñados para el buen desarrollo de su dentadura. En las revisiones periódicas, el veterinario confirmará si la boca de tu perro está sana. Si los dientes de tu perro presentan acumulación de sarro, tu veterinario puede recomendar su eliminación con una limpieza dental, que se realizará bajo anestesia para incomodar lo menos posible a tu perro. Esta limpieza dental profesional (denominada profilaxis) puede incluir:
Enjuagar la boca con una solución antibacteriana.
Limpiar los dientes con raspadores manuales y ultrasónicos para eliminar el sarro acumulado por encima y por debajo de la línea de las encías.
Usar una solución especial que señala aquellos puntos en los que queda placa, y eliminarla.
Pulir los dientes para eliminar las ranuras microscópicas.
Revisar cada diente, y la encía circundante, en busca de síntomas de enfermedad. Extraer los dientes que no puedan repararse. LIMPIEZA DE SACOS ANALES Los sacos anales son unas glándulas que se encuentran a ambos lados del ano del perro y suelen vaciarse cuando el animal hace fuerza para defecar o, incluso también cuando se siente muy asustado. Funcionan de este modo de manera similar a la expulsión de líquido maloliente de una mofeta cuando se ve atacada por un enemigo.
CUIDADOS DE UÑAS Y ALMOHADILLAS En ocasiones, las glándulas anales, pueden enquistarse, producir demasiado líquido, o el perro, al defecar, no hace la suficiente fuerza como para eliminarlo de forma natural. Las bolsitas pueden llenarse en exceso, irritarse o infectarse. Es necesario vaciarlas de forma manual, y lo mejor es que lo haga un veterinario o un profesional de la peluquería canina. Aunque pueda parece un tema sin importancia, el largo de las uñas es clave para la salud de nuestro perro. Un perro que no desgasta de forma natural sus uñas y no tiene a nadie que se preocupe de cortárselas puede llegar a sufrir graves problemas posturales. Cuando las uñas crecen, empujan el pie del animal hacia arriba por lo que el punto de apoyo de cada pata disminuye en superficie. Esto ejerce una presión en sus músculos y huesos que puede llevar a nuestro perro a sufrir una vejez dolorosa. Hay que fijarse en como apoya la pata el perro, para caminar bien el perro tiene que apoyar sus patas en las almohadillas sin que las uñas estorben su paso ni su carrera. Si las uñas estuvieran largas molestarían al perro al apoyar la pata y presentará dificultad al caminar, en un caso extremo se llegarían a incrustar en la piel dando lugar a heridas. Los espolones o “quintos dedos” no tocan el suelo y por lo tanto, no se desgastan al andar, eso supone que hay que vigilarlos porque cuando crecen lo hacen de forma curvada y pueden llegar a clavarse en la piel. Para evaluar si es necesario el corte de uñas, tenemos que revisar si están o no desgastadas, en el caso de perros que hacen mucho ejercicio, las uñas se desgastan de forma natural, cosa que no ocurre con perros no habituados a hacer tanto ejercicio. Para el corte de uñas, debemos mantener al perro muy quieto y utilizar un corta-uñas especial para perros. El mayor cuidado que debemos tener es no cortar demasiado, para no dañar la vena, lo que provocaría una abundante hemorragia y dolor y, sobre todo, no tocar el nervio, porque aún le dolería mucho más. En los perros que tienen uñas blancas es mucho más fácil observar hasta donde llega la parte viva y saber entonces por donde cortar, el problema está en las uñas de color negro que es muy difícil determinar hasta donde cortar, para ello, es preferible acudir a un veterinario que lo hará de manera adecuada. Dolores Aunque la uña de los perros esté formada por lo que conocemos propiamente como uña que se compone de queratina y células muertas endurecidas, es por ello que no les duele al cortarlas, pero también corre por su interior una vena con la que tenemos que tener cuidado al cortar si no queremos herir a nuestro perro. Esta vena que se encuentra en el interior crece a la vez que la uña, por lo que un perro con uñas largas tendrá también venas más largas que un perro con las uñas cortas. ¿En qué se traduce esto? Pues que al perro con uñas largas es probable que no podamos cortárselas como deberíamos e igualárselas al de las uñas cortas puesto que estaríamos cortando vena, algo que aunque no sea grave es muy doloroso. En lo que se refiere a las almohadillas, comenzar diciendo que la almohadilla plantar (pulpejo) de los perros es una zona de tejido especializada. Su gruesa epidermis la protege contra traumatismos mecánicos y los grandes depósitos de grasa la proporcionan elasticidad para absorber los golpes. Una abundante inervación proporciona una importante función sensorial. Numerosas glándulas sudoríparas producen una secreción que puede mejorar la tracción durante la carrera y las escaladas, y también son muy importantes en la demarcación odorífera (marcaje del territorio). Además los perros excitados pueden sudar a través de sus almohadillas plantares. Las almohadillas del perro son esenciales para que éste mantenga el equilibrio, funcionan como un soporte mullido que amortigua el impacto de su peso mientras camina o corre, también le protegen de posibles fracturas y otros daños en los huesos. El impacto de los pasos se amortigua en esta parte por ser las almohadillas blandas y estar preparadas para absorber parte de los golpes que reciben cuando están en movimiento; pero es una zona que sufre y se pueden dañar, agrietándose y resecándose con facilidad si no tomamos precauciones, llegando incluso a sangrar. Las almohadillas de un perro sano deben ser duras, ásperas y al mismo tiempo elásticas, no deberían estar resecas, levantadas ni agrietadas. Como norma general y como parte de la rutina deberíamos revisar las patas de nuestro perro a diario, especialmente si salimos al campo, o si le vemos lamerse insistentemente las patas (puede ser también un síntoma de alergia), cojear o andar de manera extraña. En una revisión básica podremos apreciar si tiene cortes, uñas rotas o astilladas, y veremos si están secas, levantadas o agrietadas.
importante comprobar que no tengan espinas, piedras, espinas u otro tipo de cosas como puede ser chicles pegados. En el aseo de nuestro perro aprovecharemos para cortar el pelo que crece entre ellas. En la clínica veterinaria podemos hacer acopio de cremas y bálsamos apropiados, nunca debemos utilizar los que usamos nosotros, ya que el ph de los perros es diferente y podría provocarles una alergia en caso de utilizarlos. Como actuar en los diversos problemas que se pueden encontrar en las almohadillas: 1.- Heridas y cortes.- suponiendo que no sea un corte o herida grave, que requiere la atención veterinaria, hay que empezar limpiando bien la zona con agua, incluso el interior del corte para que no queden restos de tierra, arena, etc. que pueden infectar la herida. Después aplicamos betadine (siempre diluido en agua) o una crema antibiótica y protegeremos la almohadilla con una gasa, tapándola con una venda cohesiva. Ante el más mínimo síntoma de infección, hay que acudir al veterinario. 2.- Quemaduras por abrasión.- Son muy dolorosas al ser una parte tan sensible. La herida deberá tratarse con antibiótico en crema y puede que necesite un vendaje. Siempre que veamos que el perro camina de forma diferente, “rara”, hay que revisar las almohadillas. Las quemaduras que presentan un aspecto demasiado liso y suave y con mayor sensibilidad puede que estén quemadas, para aliviar es necesario hidratarlas con vaselina pura sin perfume, masajeando la zona hasta que se absorba el producto. En ningún caso se debe abusar de la hidratación ya que las almohadillas han de estar elásticas pero duras y ásperas. 3.- Agrietadas.- se pueden curar con betadine diluido en agua, o también hacerle baños con agua templada donde se echa un poco vinagre y sal. Una vez fuera del barreño que utilicemos para remojar las patas durante unos minutos, hay que proceder al secado de las mismas. Si además presentan sequedad, se puede usar vaselina como para el caso de las quemaduras. 4.- Renovación de las almohadillas.- se puede dar cuando el perro ha tenido abrasiones, grietas, o heridas; implica que se crean nuevas capas de células y la capa superior que está dañada y reseca se abomba y se desprende como piel muerta. Se puede ayudar al proceso recortando las capas muertas con cuidado, aunque no tenga sensibilidad en ellas, hay que ser precavidos a fin de dar tiempo a que se endurezca progresivamente la nueva almohadilla. Dolores Moreno EL BAÑO El baño juega un importante papel en la salud de la piel y el pelaje de nuestro perro ayudando a mantenerles libres de parásitos y de algunas enfermedades dermatológicas. No hay que bañar al perro más de una vez al mes, de hecho hay especialistas que indican que es más que suficiente bañarlos tres o cuatro veces al año para eliminar la muda de pelo y facilitar el cambio. Para estos últimos consideran esencial un cepillado adecuado cada semana para evitar tantos baños, que pueden suponer la pérdida de la capa de grasa que le protege tanto del frío como del calor. A pesar de esta recomendación genérica, en caso de ser necesario el perro se puede bañar más a menudo, si bien los veterinarios insisten en la utilidad de un buen cepillado, que en ocasiones podría sustituir a ese baño adicional. En lo que se refiere al tipo de champú, independientemente de que en el mercado existen multitud de champús según el color del pelo y el tipo del mismo, lo más importante es que no se puede utilizar ningún champú que no esté específicamente formulado para perros, ya que su Ph es diferente del nuestro, este debe estar entre 7 y 7,5. A la hora de elegir un champú hay que buscar uno creado con bases de siliconas que protejan el pelo y la cuticula; para finalizar los expertos en peluquería canina recomiendan acondicionar el pelo tras el lavado, lo que permitirá tener una piel y un pelo sano y brillante. En caso de que nuestro perro tenga problemas de piel, es recomendable asesorarse y utilizar uno de los muchos champús existentes que son específicos para pieles dañadas.
Otra opción es el baño en seco que puede aplicarse en perros mayores, enfermos o en aquellos casos que se requiera cierta rapidez. El champú en seco debemos utilizarlo en ocasiones extremas, ya que no da la misma calidad y eficacia que los champús tradicionales. El efecto es simple: aplicamos la espuma en el pelo, esa espuma envuelve la suciedad mientras dejamos secar y, una vez seco, cepillamos eliminando la espuma conjuntamente con la suciedad. Los pasos para bañar adecuadamente a un perro serían: 1. Se comienza con cepillado antes del baño, si hay nudos o el pelo está enredado, estos enredos pueden retener el agua, así que cerciórate de que los haces desaparecer, bien sea con el cepillado o con un cortanudos, si fuera necesario, tal y como se ha comentado en el apartado de cepillado. 2. Utiliza agua tibia, incluso casi fría si es un perro de gran tamaño. Los perros no soportan el agua caliente, y podrían quemarse. 3. Ten cuidado con la presión del agua, no soportan la presión excesiva sobre todo en las patas, les hace daño. Mejor poca presión, nada de mangueras con fuerza y mucho menos ducha con presión. 4. Procura que el agua no entra en los oídos, podría provocarle infecciones, tal y como se ha comentado en el apartado de limpieza de oídos. Y cuida también de que no le entre jabón ni agua en los ojos. 5. No olvides de tranquilizarlo durante todo el proceso, aunque no le guste el agua, tienes que hacerle entender que no es un castigo. 6. Masajea con el champú específico que hayas elegido todo el cuerpo. Puede ser más fácil si diluyes el champú previamente en agua para poder aplicarlo sin usar producto en exceso que puede hacer difícil y largo el aclarado. 7. El aclarado es muy importante, no puede quedar ningún resto de jabón en su cuerpo, ya que podría provocarle irritaciones. Así que tienes que dedicar todo el tiempo necesario a un buen aclarado. 8. Cuando esté ya totalmente aclarado, procede a un secado con una o varias toallas si es un perro grande. Cuidado con los perros pequeños, pueden pasar frío cuando acaba el baño, envuélvelos en toallas y frótalos suavemente para retirar toda la humedad posible. 9. Lo ideal es que se seque con el aire. Normalmente el aire de los secadores de pelo es demasiado caliente. Aunque si no queda más remedio se puede utilizar un secador siempre a más de 10 cm. Del cuerpo del perro. 10. Cuando ya esté seco del todo, dale un último cepillado. En el caso de los cachorros hay variaciones, en primer lugar, los veterinarios no tienen un criterio idéntico en relación con la edad a la que se puede dar el primer baño a un cachorro. Como regla general, la mayoría, por precaución indican que no se debe bañar al perrito antes de terminar las vacunas, si el baño puede ser el origen de que la cría se enfríe, ya que este enfriamiento puede dar lugar a que las defensas del cachorro bajen y se enferme. Otros veterinarios aducen que si se seca bien al perro primero con una toalla, está ubicado en un sitio donde tenga calor, y se usa un secador, siempre respetando la distancia de 30 cm. del cuerpo y no utilizando el calor máximo, podría bañarse antes. En cualquier caso, el veterinario prefiere la "precaución" y no exponer al cachorro a una situación de riesgo "innecesaria". El moquillo o constipado hará bajar las defensas del animal y obligará a interrumpir el calendario de vacunaciones emprendido. El calendario de vacunación del cachorro suele iniciarse antes de las ocho semanas de edad. Pero, para conseguir una correcta inmunidad, hay que realizar una segunda e incluso una tercera aplicación en las primeras 15 semanas de vida. La rutina es similar a la del perro adulto, con la salvedad de que todas las manipulaciones y cepillados han de hacerse con suma suavidad y cuidado para no dañarlo.
MATERIALES PARA EL ASEO CANINO A lo largo de todo este módulo hemos ido viendo diversos materiales necesarios para asear adecuadamente al perro. Siempre es una buena idea, mantener todos los materiales en una caja que nos facilite su localización. Como resumen de lo que se necesita para el adecuado aseo de los perros podemos indicar: - Gasas - Líquidos limpiadores de oídos y de ojos, colirios si así lo indica el veterinario
- Suero fisiológico
- Cepillos, cardas, deslanadores, peines, cortanudos, etc. dependiendo de cómo sea el perro a asear.
- Cortaúñas o limas especiales para las uñas de los perros
- Toallas y secador (si se considera necesario)
- Champú específico
- Cepillo y pasta de dientes para perros
Todos los instrumentos utilizados para la higiene canina que sean de uso continuado y no de usar y tirar deben de ser adecuadamente lavados tras su uso, para ello se puede utilizar agua jabonosa, aclarando y secando bien tras su limpieza.
Comments